Existen tres indicadores claves para determinar el resultado en la valoración de la cartera de inversiones: el comportamiento del mercado local, el del mercado internacional y el tipo de cambio.
Noviembre fue un mes donde los rendimientos obtenidos obedecieron a un comportamiento positivo en los mercados tanto internacional como local, generando plusvalías en los instrumentos en que están invertidos los recursos. Sin embargo, hubo un elemento que impactó negativamente y fue la baja del tipo de cambio (-₡19.42), que afectó el valor de las inversiones denominadas en dólares.
El mercado internacional presentó una mejora en los resultados de las empresas tecnológicas, que impulsó las plusvalías tanto en el FCL como en el ROPC.
En el mercado local, -a pesar del incremento en las tasas de interés-, se vio beneficiado en su mayoría por plusvalías provenientes de los fondos cerrados e inmobiliarios, producto de un ajuste en la metodología de valoración que realizó el proveedor de precios.
Este resultado confirma la importancia de seguir apegados a la estrategia de inversiones definida, la cual tiene como objetivo buscar un equilibrio entre rentabilidad y riesgo. Asimismo, deja ver que las minusvalías temporales se recuperan en el tiempo. Sabemos que las volatilidades de los mercados en ocasiones suelen asustarnos, pero lo mejor que podemos hacer es mantener la calma, no desesperarnos y confiar en el criterio técnico experto en la gestión de inversiones.
Estamos seguros de que a medida que los indicadores macroeconómicos tiendan a la normalidad, se irán recuperando los rendimientos de los fondos y con ello se reducirán las minusvalías.
Héctor Maggi Conte
Gerente General OPC-CCSS