La OPC-CCSS tiene en sus portafolios, inversiones en dólares con el fin de diversificar la cartera y no asumir una misma fuente de riesgo. La baja o subida del tipo de cambio puede tener importantes consecuencias para el FCL y ROPC, en adelante fondos administrados.
En primer lugar, es importante entender qué es el tipo de cambio y cómo funciona. El tipo de cambio es el valor de una moneda en relación con otra. Por ejemplo, si el tipo de cambio entre el dólar estadounidense y el colón costarricense es de 550, significa que un dólar estadounidense equivale a ¢550. El tipo de cambio puede ser fijo o flotante, dependiendo de la política monetaria de un país.
Cuando la Operadora invierte en activos denominados en monedas distintas al colón, está expuesta al riesgo cambiario. Esto significa que, si el tipo de cambio se mueve en su contra, el valor de su inversión se verá afectado. Por ejemplo, si la OPC-CCSS invierte en acciones de una empresa estadounidense y el colón se aprecia frente al dólar estadounidense, el valor de su inversión en dólares disminuirá. Sin embargo, si el colón se deprecia frente al dólar estadounidense, el valor de esta inversión será mayor.
Para protegerse contra el riesgo cambiario, los inversionistas pueden utilizar técnicas de cobertura de divisas. Por ejemplo, pueden comprar contratos de futuros de divisas para bloquear el tipo de cambio en un nivel determinado. Sin embargo, la cobertura de divisas también tiene costos y puede limitar las ganancias potenciales del fondo de pensiones si el tipo de cambio se mueve a su favor.
La OPC-CCSS cuenta con un equipo de Riesgos e Inversiones con conocimientos técnicos que entienden y gestionan el riesgo cambiario para proteger el valor y tomar las mejores decisiones para los fondos administrados.